lunes, 7 de diciembre de 2009

Y... ¿usted qué opina?



La OMC advierte de que alimentar sin su permiso a Haidar es un delito, aunque deje de comer hasta morir o caer en coma


MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -


El presidente de la Comisión de Deontología, Derecho Médico y Visado de la Organización Médica Colegial (OMC), Marcos Gómez, advirtió hoy de que alimentar sin su permiso a la activista saharaui Aminetu Haidar, en huelga de hambre desde el 16 de noviembre en el aeropuerto de Arrecife, sería un delito, ya que está "en su derecho de dejar de comer hasta las últimas consecuencias, hasta suicidarse".

"Se trata de una mujer libre y en su sano juicio, que ha tomado una decisión conscientemente y que, amparada por la ley, está en su perfecto derecho de llegar hasta las últimas consecuencias, aunque esté en un sitio público", señaló a Europa Press el doctor Gómez.

Según el experto, quien trate de auxiliar a esta activista contra su voluntad estaría incurriendo "en un delito contra la Ley de Autonomía del Paciente, de 2002, que dice que todo ciudadano tiene derecho a decidir si quiere o no un tratamiento o si quiere comer".

Para este experto, este caso en concreto es "absolutamente diáfano" y no plantea "ninguna duda ni ética ni deontológica", como las que, por ejemplo, podrían surgir cuando la huelga de hambre es de un preso u otra persona que se encuentre en un proceso judicial, ya que en este caso, "estarían privados de libertad y podría surgir un conflicto a interpretar de muchas maneras".

Considera que el caso de Haidar "es parecido, pero incluso más claro", que el de la estadounidense Terri Schiavo, una paciente en estado vegetativo para la que se pidió la retirada de la alimentación intravenosa, o el de la joven italiana Eluana Englaro, para la que su familia también pidió la retirada de la alimentación.

No obstante, para este experto el caso más similar al de Haidar es el de la navarra Inmaculada Echevarría, quien pidió conscientemente la retirada su respirador, por sufrir distrofia muscular progresiva desde los 11 años que le habría obligado a estar en cama de por vida.

Vía Europa Press (Aquí)

2 comentarios:

  1. Pues estamos de acuerdo, pero las comparaciones que hace corresponden a supuestos diferentes que nada tienen que ver. No son comparables.

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  2. En realidad todo puede ser comparable si queremos llegar a acuerdos; y nada puede ser comparable si queremos diverger. Todos los casos tienen en común que la voluntad de una persona se enfrenta a algo: ley, moral, sentir popular u opiniones mediáticas.
    Aceptando que la persona que está expresando su voluntad es capaz y competente y sabe dar explicaciones, ¿quién es nadie para criticar el sentido de su vida y las causas por las que prefiere morir?
    Rosario

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