viernes, 12 de junio de 2009

Nota de prensa del Mº de Sanidad y Consumo: Fase 6

Fase 6: pandemia de nueva gripe A/H1N1
11 de junio de 2009.
QUÉ SIGNIFICA PASAR A FASE 6

La fase 6 de una pandemia, según los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se caracteriza por la existencia de una transmisión elevada y sostenida en el mundo. Por este motivo, la OMS ha decidido activar los protocolos de Fase 6.

La situación de pandemia declarada por la OMS implica diseminación y no mayor gravedad. De hecho, la OMS califica el estado de la nueva gripe como de pandemia moderada, al referirse a la situación global del virus, si bien recalca que el desarrollo de la pandemia depende de las características sociales y sanitarias de cada país. Por ejemplo, en Europa y, por tanto, en España, la enfermedad es leve y evoluciona sin complicaciones.

El Ministerio de Sanidad y Política Social recuerda que entrar en Fase 6 se refiere, por tanto, a la extensión del virus y a su transmisión sostenida, no a la gravedad clínica de la enfermedad.

Con la información nacional e internacional disponible hasta el momento, el Ministerio subraya que el virus provoca una gripe leve que responde bien a los tratamientos convencionales. Hasta ahora, todos los casos que se han dado en España se han curado y han tenido una evolución favorable.

A día de hoy en España se han notificado 488 casos del virus A/H1N1. Por lo que respecta a la situación de los centros escolares en la Comunidad de Madrid, en estos momentos hay 139 casos confirmados distribuidos en 22 centros.

OBJETIVOS EN FASE 6

El principal objetivo en esta fase es mantener el funcionamiento de los servicios de salud y de otros servicios esenciales.

1.- Mantener la eficiencia del sistema sanitario
Dada la levedad de la enfermedad, la mayoría de pacientes se recupera en aislamiento domiciliario con seguimiento de los profesionales.

2.- Control de casos e información a la población
Continúa la vigilancia y la difusión de información a todos los niveles para que la ciudadanía sepa cómo actuar en cada momento.

3.- Definición de la estrategia de vacunación
Las autoridades sanitarias definirán el calendario y los grupos de población que precisan vacunación y planificarán el reparto de antivirales y la adquisición y distribución de la vacuna, en coordinación con las autoridades de la OMS y de la Unión Europea.

El Ministerio y las CCAA ya se han adelantado a algunas medidas previstas para Fase 6 en el Plan Nacional de Respuesta ante una Pandemia de Gripe. Anticipar las acciones ha sido la estrategia desde el principio para asegurar que la implantación de las medidas se realiza sin demora y con el grado de calidad máximo.

La principal diferencia entre fase 5 y 6 se refiere a que el objetivo ahora no es contener la difusión de la enfermedad, que se asume está suficientemente extendida en el mundo como para hacer esto imposible, sino mitigar su impacto.

El Ministerio de Sanidad y Política Social y las CCAA han venido trabajando juntos en los últimos años para hacer frente a esta situación. Este trabajo se ha intensificado desde el inicio de la presente situación el 24 de abril para garantizar la mejor respuesta posible de salud pública y de atención sanitaria a los ciudadanos

Todo esto permite enviar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, ya que, por un lado, la enfermedad es muy leve y es comparable a una gripe común y, por otro, el sistema sanitario está preparado para dar la mejor atención posible a los afectados.

Para reforzar la coordinación institucional en esta fase, la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional de Gripe el lunes. Además, el Ministerio ha contactado con las Comunidades Autónomas, que siguen desarrollando las tareas de vigilancia epidemiológica y el resto de acciones informativas y preventivas previstas.

INFORMACIÓN PÚBLICA

El Ministerio de Sanidad y Política Social informará diariamente a través de su página web del total nacional de casos confirmados. Dada la nueva situación, el Ministerio no considera significativa la información sobre brotes concretos en las Comunidades Autónomas, a menos que sean determinantes en el manejo sanitario de la enfermedad.

Además, como vienen siendo habitual, el Ministerio informará a los ciudadanos sobre cuestiones relacionadas con la gripe a través de su página web (www.msps.es) y del teléfono de Atención al Ciudadano: 901 400 100.


(Aquí)

El nivel de alerta de pandemia de gripe se eleva de la fase 5 a la fase 6

Dra. Margaret Chan
Directora General de la Organización Mundial de la Salud

Señoras y señores:

A finales de abril la OMS anunció la emergencia de un novedoso virus de la gripe A.

Se trata de una cepa de H1N1 que no había circulado anteriormente en la especie humana, un virus completamente nuevo.

El virus es contagioso y se propaga fácilmente entre las personas, y de un país a otro. A día de hoy se han notificado casi 30 000 casos confirmados en 74 países.

Pero eso no es todo: con pocas excepciones, los países donde se han registrado muchos casos son precisamente aquellos que disponen de procedimientos adecuados de vigilancia y detección.

En varios países ya no se puede seguir el rastro de la propagación según cadenas bien definidas de transmisión de persona a persona. Se considera inevitable que aumente la propagación.

He realizado consultas con destacados expertos en gripe, virólogos y funcionarios de salud pública. De conformidad con los procedimientos previstos en el Reglamento Sanitario Internacional, he recabado la orientación y la opinión del Comité de Emergencias establecido con esa finalidad.

Sobre la base de los datos disponibles, y de la evaluación de los datos por esos expertos, cabe concluir que se cumplen los criterios científicos que definen las pandemias de gripe.

Por consiguiente, he decidido elevar el nivel de alerta de pandemia de gripe de la fase 5 a la fase 6.

El mundo se encuentra ahora en el inicio de la pandemia de gripe de 2009.

Estos son los primeros días de la pandemia, y el virus se propaga bajo estrecha y minuciosa vigilancia.

Ninguna pandemia había sido detectada antes con tanta precocidad ni había sido observada tan de cerca, en tiempo real y desde su inicio. El mundo puede cosechar ahora los beneficios de las inversiones que ha realizado durante los últimos cinco años preparándose para la pandemia.

Salimos desde una posición destacada, y ello nos fortalece. Pero por otra parte ello también genera una demanda de asesoramiento y de garantías, cuando en realidad disponemos de pocos datos y la incertidumbre científica es considerable.

Gracias al estrecho monitoreo, las completas investigaciones que se están realizando y las notificaciones que los países están transmitiendo con gran franqueza, hemos obtenido una primera instantánea de la propagación del virus y del grado de morbilidad que puede causar.

También sabemos que esa panorámica inicial puede cambiar muy deprisa. Es el virus quien dicta las reglas, y éste, como todos los virus de la gripe, puede cambiarlas en cualquier momento, sin ton ni son.

Tenemos buenas razones para considerar que, a escala mundial, la gravedad de esta pandemia, al menos en sus primeros días, será moderada. Pero sabemos por experiencia que la gravedad puede variar en función de muchos factores, y de un país a otro.

Los datos disponibles indican que la inmensa mayoría de los pacientes presentan síntomas leves y se recuperan completamente y con rapidez, a menudo sin haber recibido tratamiento médico.

El número de muertes registradas en todo el mundo es pequeño, aunque cada una de ellas es un hecho trágico, y tenemos que prepararnos a que haya más. No obstante, no se prevé un aumento súbito y espectacular del número de casos graves o letales.

Sabemos que el novedoso virus H1N1 infecta preferiblemente a los más jóvenes. En casi todas las zonas donde se registran brotes grandes y persistentes, la mayoría de los casos se han dado en personas de menos de 25 años.

En algunos de esos países, alrededor del 2% de los casos han sido graves, a menudo progresando rápidamente hacia una forma potencialmente mortal de neumonía.

La mayoría de las infecciones graves y mortales se han dado en adultos de entre 30 y 50 años.

Esa pauta difiere significativamente de lo que se observa durante las epidemias de gripe estacional, cuando la mortalidad afecta mayoritariamente a las personas de edad.

Muchos casos graves, pero no todos, se han dado en personas que ya sufrían alguna afección crónica. Según los datos disponibles, limitados y preliminares, entre las afecciones más frecuentes se cuentan las enfermedades respiratorias, en particular el asma, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, los trastornos autoinmunitarios, y la obesidad.

Por otra parte, es importante señalar que entre un tercio y la mitad, aproximadamente, de los casos graves o mortales se han dado en personas jóvenes y de mediana edad que estaban sanas.

No cabe duda de que las embarazadas están particularmente expuestas a sufrir complicaciones. Ese riesgo superior cobra aún más importancia en el caso de un virus que, como éste, infecta preferiblemente a los grupos de edad más jóvenes.

Por último, y quizá lo más preocupante, no sabemos cómo se va a comportar el virus en las condiciones que suelen imperar en el mundo en desarrollo. Hasta la fecha, la gran mayoría de los casos se han detectado e investigado en países relativamente ricos.

Permítanme que destaque dos de las muchas razones que justifican esa preocupación. En primer lugar, más del 99% de la mortalidad materna, un indicador de la mala calidad de la atención durante el embarazo y el parto, se registra en el mundo en desarrollo.

En segundo lugar, alrededor del 85% de la carga de enfermedades crónicas se concentra en los países de ingresos bajos y medianos.

Aunque la gravedad de la pandemia parece moderada en los países relativamente ricos, es prudente prever que el panorama se ensombrecerá cuando el virus se propague a zonas donde los recursos son limitados, la atención de salud es mala y donde se registra una elevada prevalencia de otros problemas médicos.

Señoras y señores:

Una característica de las pandemias es que se propagan rápidamente por todo el mundo. En el siglo pasado, la propagación tardaba por regla general entre 6 y 9 meses, incluso en épocas en las que la mayoría de los viajes internacionales se hacían en barco o en tren.

Los países deberían contar con que en un futuro próximo tendrán casos en su interior, o aumentará el número de los casos que tienen. Los países donde los brotes parecen haber alcanzado un máximo deberían prepararse para una segunda oleada de infecciones.

Se han mandado orientaciones sobre medidas de protección y precaución a los ministros de salud de todos los países. Los países donde no se han registrado casos, o sólo un pequeño número, deberían mantenerse vigilantes.

Los países con transmisión generalizada deberían centrarse en el manejo apropiado de los pacientes. Se deberían limitar las pruebas e investigaciones de los pacientes, puesto que consumen muchos recursos y pueden agotar muy rápidamente las capacidades.

La OMS ha mantenido un estrecho diálogo con los fabricantes de vacunas contra la gripe. Tengo entendido que la producción de vacuna contra la gripe estacional se ultimará dentro de poco y que se dispondrá de capacidad plena para asegurar el mayor suministro posible de vacuna antipandémica en los próximos meses.

Hasta que se disponga de vacunas, varias intervenciones no farmacéuticas pueden proporcionar cierta protección.

Las pandemias de gripe, ya sean moderadas o graves, constituyen eventos notables, dada la susceptibilidad casi universal de la población mundial a la infección.

Todos estamos juntos en esto. Y todos juntos lo superaremos.

Muchas gracias.

OMS (aquí)

Creencias (1ª parte)

Rosario mantiene en un comentario al artículo de R. S. Ferlosio (sobre el aborto) que "...porque existe gente que pretende implantar como VERDAD única, absoluta, irrefutable y pública, que el embrión es persona. Cuando la realidad es que es una CREENCIA, y no una verdad.". (Adelanto que voy a aceptar, provisionalmente, el argumento y, por tanto hablaré de creencias. Pero me reservo para una segunda parte la refutación de esta tesis: la atribución de los derechos de la persona al embrión es una creencia sin base científica.)

En efecto existe gente que mantienen la creencia de que el embrión es un ser vivo de la especie humana con la dignidad de persona. Otra gente, otras personas mejor, mantienen la tesis contraria. lo cual les permite aceptar la licitud moral del aborto (1).

Si admitimos que la tesis primera (contraria al aborto) se sostiene como creencia, la segunda, la que no concede al embrión la dignidad de persona, ¿dónde debemos ubicarla en el terreno de las creencias o en el de las verdades científicas?. Me temo, que salvo que me demuestren lo contrario, estamos ante otra creencia.

¿Creencia contra creencia, humo contra humo?. No, no es tan sencillo. Las creencias pueden o no coincidir con la realidad (ya digo que en una segunda parte examinaré los aspectos epistemológicos del asunto), pero verdaderas o falsas, como las bruxas gallegas, existir, existen. Y operan sobre la realidad: la creencia en la libertad y en la igualdad de los seres humanos, la creencia en la superioridad de una raza, de un sexo superior, etc., marcan la historia de la humanidad y la tiñen de sangre y gloria.

Una mirada crítica sobre la no neutralidad de las creencia se puede encontrar en la reciente estrenas GOOD (ficha aquí)

(Continuará)

(1) En esta entrada obviaré los aspectos legales del tema

miércoles, 10 de junio de 2009

Influencia y autoridad
RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO 10/06/2009


En principio parece muy verosímil la suposición de que cuanto menor sea la edad de un hijo, mayor será la autoridad o la influencia de los padres respecto de él. Digo "en principio", porque es mucho lo que depende de diversas circunstancias, como la condición social de la familia, el estado de concordia o discordia de las diversas relaciones familiares, la comunidad o separación de residencia entre los miembros: distintos barrios, distintas poblaciones, colegios internos, o incluso el grado de desarrollo físico en relación con la edad: en los varones, por ejemplo, me parece que pueden contar bastante la talla y la musculatura alcanzadas entre los 15 y los 17 años, y aun me atreveré a decir que especialmente en comparación con las condiciones físicas del padre. En fin, incluso sin meterme en los avatares de la vida, como los económicos o los de salud, no puedo pretender ser exhaustivo.


Vía EL PAIS (aquí)

jueves, 4 de junio de 2009

La edad no contraindica ningún acto médico

La edad en sí misma no contraindica, a priori, ninguna actuación médica. Es el resultado de la valoración individual y global del paciente lo que indicará si un anciano puede o no beneficiarse de una determinada estrategia.

Raquel Serrano - Jueves, 4 de Junio de 2009


José Manuel Ribera
jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico de Madrid. (José Luis Pindado)


Vía DM (aquí)

martes, 2 de junio de 2009

Decanos y OMC reclaman un currículo longitudinal de ética

Los decanos, la Organización Médica Colegial y las Comisiones de Deontología quieren que la ética y la deontología sean parte relevante del grado de Medicina. La petición, plasmada en un documento conjunto, nace de las jornadas de ética organizadas por el Colegio de Badajoz.

Mª Carmen Rodríguez. Badajoz - Martes, 2 de Junio de 2009

Vía DM (Aquí)